DEMON LOVER. Sótanos del cuerpo en la red. (Resumen)


Por Oscar Almeida.
¿Qué tan inencontrables son los giros negros en internet, cuando generan un violento fenómeno de explotación y esclavitud?

TEMA:  Circo clandestino de sadismo electrónico
Esta producción francesa realizada en 2002 por Olivier Assayas  y actuada por Connie Nielsen, Dominique Reymond, Chloë Sevigny, Gina Gershon entre otros, es una cinta de Intriga Cibernética sobre negocios turbios en la Industria del Entretenimiento Digital.












RESUMEN:
Presenta la historia de Diane (Connie Nielsen), una destacada ejecutiva de la empresa de entretenimiento (”Volf Group”), quien extrae información estratégica de sus directivos para venderla a la competencia. Pero al ser descubierta se mete en terribles problemas.

Al principio Diane sirve de espía para “Magnatronics”, una importante web de Manga para adultos, que compite con otra web: “Demonlover”, por la distribución de contenidos de “Tokio Anime”, destacada  productora japonesa de películas Manga, recién adquirida por “Volf Group”.

Para lograrlo, Diane saca del camino a Karen (Dominique Reymond), principal ejecutiva de “Volf Group”, ocupando su puesto y buscando darle ventaja a “Magnatronics”, excluyendo así a “Demonlover” en las negociaciones de distribución.  

Diane como representante de“Volf Group”, presenta evidencias contra “Demonlover”, al revelar que ellos controlan una web ilegal dedicada a practicar y exhibir torturas físicas brutales en tiempo real: “Hell Fire Club”, logrando así afectar su reputación, frustrando la negociación para dicha empresa.

Ella en su plan de afectar a “Demonlover” intenta espiarlos, pero cae en una trampa, ya que sin saberlo había sido vigilada desde un principio dejando evidencias grabadas en manos de Karen, quien por su lado ya había pactado con “Demonlover”.  
Desde entonces es manipulada por Karen. Así Diane termina sometida por ella, quien la castiga con torturas físicas y la exhibe -vestida  en  traje de látex  negro- , precisamente en la web prohibida: “Hell Fire Club”.










En la última secuencia de la película, vemos en un ámbito normal y hogareño, a un usuario adolescente que ingresa a dicha web clandestina, y desde la intimidad de su habitación de estudiante, se apoderará de Diane como verdugo.










ENFOQUE DE LA PELÍCULA:  Panóptica digital y castigo. 

Olivier Assayas nos presenta una historia sobre espionaje industrial, que ocurre en un ambiente cruel de actos encubiertos, donde los límites entre lo legal y lo ilegal, lo público y lo clandestino son casi inexistentes.

Se emplea una estética visual que expone con grandilocuencia –la parte oscura- de la Industria cibernética, saturada de encuadres que precipitan la sensación de vigilancia permanente, en un torbellino de ambientes intimidatorios que sostienen la sensación de fragilidad y amenaza.  

CONCLUSIONES:  Del Suspenso al Sensacionalismo.
Assayas aborda una problemática real y oportuna, aportando – al principio-, un thriller valioso sobre un ámbito de productores y cibernautas, que puede resultar escabroso y desconcertante.












Un mundo donde la fragilidad emocional de su personaje principal (Diane), expresa una personalidad solitaria y sensible, -disfrazada de frialdad-, pero de quien nunca logramos saber más.

Desde mi punto de vista el director deja las bases para abordar un tema que Ética, Política y Socialmente, aportaría un interesante espacio de reflexión, pero donde se profundiza poco.

Finalmente sacrifica todo a cambio de una trama de misterio inútilmente rebuscada y efectista,  dejando sub-tramas sin resolver, en un planteamiento que inicialmente ofrecía mucho.   



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